Un niño de 11 años residente en Tennessee (EE.UU) discutió con su vecina, una niña de 8, tras lo cual se retiro a casa, cogió la escopeta de su padre y le disparó causándole la muerte, según publicó el diaro estadounidense "The Washington Post".
El rotativo capitalino cita al alguacil del condado de Jefferson (donde sucedieron los hechos), Bud McCoig, quien explicó que el niño fue acusado de asesinato en primer grado y trasladado a un centro de menores. Cada uno de los niños tenía un perro pequeño y el niño de 11 años pidió a la niña que le enseñara el suyo y ella se negó. Ante esto el niño se fue para su casa y buscó la escopeta de su padre.
Sin salir de la casa, el niño disparo a través de la ventana con la escopeta de calibre 12 contra su vecina, que se encontraba de pie en el jardín de su casa. Según el alguacil, la escopeta, perteneciente al padre del niño, se encontraba en un armario de la casa sin llave. Cuando las autoridades llegaron al lugar, la niña, todavía con vida, se encontraba en el suelo con una herida de disparo en el pecho, por lo que fue trasladada al hospital, donde finalmente murió.
La madre de la niña fallecida, Latasha Dyer, fue entrevistada por la cadena ABC, donde recordó a su hija como "una niña pequeña preciosa que siempre era capaz de arrancarte una sonrisa sin importar el estado de ánimo en que te encontrarás".
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